Por Miriam Kapitulnik
La Parashá de esta semana es BEJUKOTAI (en Mis leyes) y con ella se termina el 3er libro de la Torá, VAYKRA.
Comienza diciendo ‘’Si en Mis leyes anduviereis y cumpliereis Mis preceptos os brindaré lluvias a su tiempo y la tierra dará su producto . . . y daré paz a la tierra . . . y no pasará espada por vuestra tierra . . . yo os protegeré, os haré fructíferos para que os multipliquéis y consolidaré mi Pacto con vosotros. . . y seré vuestro Dios y vosotros seréis mi Pueblo . . .
Pero, sigue diciendo la Torá, ‘’ . . . si no escuchareis y o no cumpliereis estos Mis Mandatos . . . echaré entre vosotros el terror . . . y si con todo no escuchareis, seguiré dando rienda suelta a mi ira y os intensificaré Mi castigo, siete veces más.
Es esta una Parashá que habla de recompensas si observamos las leyes de Dios, y de castigos si no lo hiciéramos. Las maldiciones son tan severas que hasta el día de hoy es una costumbre leerlas en silencio para que no les llegue a los otros.
Lo curioso es, que la lista de bendiciones es menor a la de maldiciones. El pueblo será más castigado que recompensado. Trece son las bendiciones y treinta las maldiciones.
Es muy difícil entender este plan de un Dios tan vengativo,
Las maldiciones tienen que ver con hambruna, la falta de paz, de calma. Dios enfoca sus leyes a formar una nación justa y solidaria.
¿Es acaso cierto que, si eres respetuoso de las leyes, si cumplís, todo te irá bien, tendrás éxito, pero, si no lo haces seguramente
te irá mal? A veces observamos que ‘’al Justo le va mal y al malvado le va bien’’. ¿Cómo se entienden las palabras de la Torá?
La realidad es que el respeto por los derechos del otro. La solidaridad, el buen comportamiento en la vida, redundarán en beneficio propio y también para la sociedad. El cumplimiento de las Mitzvot, no es sólo bueno porque así recibimos la recompensa de Dios, sino que dicho cumplimento es beneficioso por sí mismo, para que nuestra vida sea plena e integra. El cumplimiento de los preceptos, no es sólo bueno porque Dios nos observa, sino porque nos hace mejores personas.
Siguiendo con las Mitzvot, Dios ordena cuidar la tierra, dejarla descansar el séptimo año y será el producto en el año de descanso, para el pueblo, el siervo, la sierva, el asalariado y los residentes que viven allí.
Estas leyes se refieren al cuidado de nuestro mundo tan maltratado por el hombre.
La Torá se adelantó enviando un mensaje muy especial para cuidar el planeta y sus reservas naturales, para que cuidemos lo que tenemos, para nosotros y para las futuras generaciones.
Si despreciamos las leyes, seguramente nos hagamos daño a nosotros mismos y a todos los que nos rodean.
Ojalá comprendamos el valor de las bendiciones que, seguramente recibimos todos los días y esforzarnos para cumplir las leyes que, nos llevarán a lograr buenas relaciones y vínculos, transformando nuestra sociedad en un mundo de bendiciones.