Por Rab. Sarina Vitas
Estamos llegando al final de la Torá. Moshé está atravesando uno de los momentos más cruciales de su vida, el traspaso del liderazgo y su próxima desaparición física.
Mientras Moshé se prepara a morir, Ioshúa se prepara para aceptar su nuevo rol. Los dos son conscientes de la situación que les toca vivir.
Moshé, como la voz de la experiencia, como la voz de un padre, intenta tranquilizar a Ioshúa, diciéndole: “No temas, No te aterres, no estás solo, porque Dios está contigo”
Esta parasháes leída generalmente entre Rosh Hashaná y Iom Kipur, en Shabat Shuvá.
Este shabat es el comprendido en el periodo de los Iamim Noraim, los “Días Terribles”, los “Días temibles”, los “Días de respeto reverencial”.
¿Causalidad de la historia, inteligencia de nuestros sabios?
Moshé alienta a Ioshúa, Moshé nos alienta a nosotros.
Moshé comprende la fuerza de estar en presencia de Dios y al mismo tiempo acepta que debe renunciar a su autoridad, en otras palabras, que debe someterse a la voluntad Divina. Y nosotros también.
Al igual que Ioshúa, como responsable del pueblo; somos responsables del liderazgo de nuestras vidas. Tenemos la oportunidad en nuestras manos. El tiempo nos juega a favor. Moshé nos está aconsejando. Con todas estas ventajas…. ¿Seremos capaces de cambiar? ¿Seremos capaces de entender el proceso en el cual nos encontramos?
Mientras aún resuenan los ecos del año nuevo en nuestros corazones. Somos conscientes que debemos llevar adelante la nueva conducción de nuestras vidas… hacia una nueva tierra prometida. Debemos ser conscientes de Su mirada y “temer” ante ella, sabiendo que no estamos solos. Estamos en comunidad y Él está con nosotros.
¿Cómo? Trabajando nuestro interior. Ser responsables de la tarea que nos incumbe en estos días (Tefilá y Teshuvá) y actuar en consecuencia (Tzedaká). Eso nos ayudará, a que el miedo, se convierta en respeto y que la decisión Divina sea aceptada con humildad y tranquilidad.
Cumplamos con nuestras responsabilidades, Él cumplirá con las suyas.
Shabat Shalom!! Jatima Tová!