Comunidad Bet Hilel

Parashat Pinjas

Por Rabina Daniela Szuster

¿Mirar hacia adelante o mirar hacia atrás?
En la parashá de esta semana ocurre un episodio muy interesante. Cinco mujeres, hermanas e hijas de un mismo padre, se presentaron ante Moshé para contarle el problema que las aquejaba.

Estando en el desierto, antes de entrar a Israel, el pueblo había dividido el territorio por tribus y familias. Cada familia tenía un terreno asignado que se heredaría de generación en generación.

El problema que les surgió a estas hermanas es que su padre no tuvo hijos varones que pudieran heredar la tierra, según lo dictaminado por la ley en aquel momento. Siendo ese el caso, ellas no podían heredar esa tierra.

Las hijas de Tzlofjad le pidieron a Moshé que les permitiera heredar dicho terreno. Moshé no sabía qué hacer, le consultó a D’s y Este respondió afirmativamente.

En relación a este episodio, hay muchos sabios que destacan positivamente la actitud de estas mujeres. Por ejemplo, Rabí Natán, en un libro de Midrashim llamado Sifrei, comenta: “Es más grande el mérito de estas mujeres que el de los hombres, en la época que estaban en el desierto. ¿Por qué? Porque los hombres, unos capítulos atrás, dijeron: Nitna rosh be nashuva mitzraima, ‘Designemos a un líder y regresemos a Egipto’ (Bemidbar 14: 4). En cambio, las mujeres dijeron: Tna lanu ajuza, ‘Danos a nosotras posesión entre los hermanos de nuestro padre’” (Bemidbar 27: 4).

¿Cuál es la diferencia entre un pedido y el otro? ¿Por qué Rabí Natán antepone la actitud de las mujeres a la de los hombres? Porque los hombres dirigían sus miradas hacia atrás, hacia la tierra de Egipto. Querían volver al pasado, a la supuesta comodidad y confort de Egipto. No estaban dispuestos a arriesgar sus vidas por un futuro más fructífero, aunque incierto. Sus miradas se dirigían a lo conocido, siguiendo el famoso refrán “todo tiempo pasado fue mejor”.

En cambio, las hijas de Tzlofjad dirigían sus miradas hacia el futuro, esperanzadas de lograr poseer una tierra propia en la que podrían ser libres e independientes. Sin sufrimiento y egipcios que los oprimieran. Querían ser poseedoras de la tierra que les correspondía, para que ellas y sus descendientes no perdieran dicho derecho.

Son dos actitudes diferentes. Unos miraban hacia adelante, otros hacia atrás. Unos querían volver al pasado, lleno de sufrimiento, pero conocido y con comodidades aparentes. Otros preferían recorrer nuevos rumbos, llenos de desafíos e incertidumbres, pero con la esperanza de que fueran más libres e independientes.

Estas posiciones las podemos relacionar con nuestras propias vidas. ¿Cómo reaccionamos nosotros frente a los cambios que se nos presentan en la vida? ¿Preferimos dirigirnos hacia el pasado y no aceptar la nueva realidad o tomamos fuerzas y miramos hacia adelante, hacia nuevos caminos que nos ayudan a crecer y superarnos?

De nosotros depende hacia dónde queremos dirigir nuestras miradas y nuestras acciones, con las consecuencias que conlleva cada decisión.

Quiera D’s darnos la fuerza y el coraje para afrontar los cambios que nos presenta la vida y poder tener la capacidad de mirar hacia el horizonte, soñando son asentarnos en nuestra tierra en vez de añorar el sufrimiento y opresión de la esclavitud.

¡Shabat Shalom!

Fuente: “Unión Judía de Congregaciones de Latinoamérica y el Caribe”,
Pinjas 5768.



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