Comunidad Bet Hilel

PARASHA: DVARIM

DVARIM (palabras), es la primera porción de la Torá en el libro de
Deuteronomio, último libro de la Torá, también llamado “Mishné Torá”,
repetición de la Torá.
En esta Parashá, Moshé pronuncia un largo discurso de despedida, contando
su historia, los acontecimientos del viaje del pueblo por el desierto, el
nombramiento de los jueces, el episodio de los 12 espías, las guerras con los
reyes emoritas, Og y Sijón y el asentamiento de las tribus de Reubén , Gad y
Menashé, al otro lado del Jordán.
Moshé, repasa la reacción del pueblo ante los informes de los espías, el
nombramiento de Josué, su sucesor y la muerte en el desierto de los Hijos de
Israel (que salieron de Egipto).
En Shmot, Vaykrá y Bemidbar, aparece el nombre de Moshé en 3era persona,
en ellos Dios es el que habla, pero en Dvarim. en 1era persona, él mismo es el
que habla.
Cuando Dios le dice que vuelva a Egipto para hablar con el Faraón, responde
“lo ish dvarim anoji”, no soy una persona con palabras adecuadas, a lo cual
Dios responde:
“Yo estaré con tu boca”. Vemos como con el correr del tiempo y su función de
líder, Moshé logra ser elocuente.
Moshé está frente a una generación nueva, que creció en el desierto y no
conocen la forma de vida de sus padres. Esta generación deberá crear una
sociedad nueva, cada uno y todos juntos serán responsables de los resultados,
siendo respetuosos entre si y escuchándose, los jueces deberán ser sabios y
su tarea será, no sólo escuchar sino saber oír y comprender lo que dice la
gente, sólo así lograrán la verdadera justicia. Deberán cumplir la mitzvot y
aplicarlas a todas las áreas de la vida.
¿Por qué repite Moshé lo mismo que ya dijo en nombre de Dios?
Los Hijos de Israel permanecieron en el desierto durante 40 años, no todos los
que iban a entrar a la Tierra Prometida presenciaron la entrega de la Torá en
Sinai y no vivenciaron las experiencias de sus antepasados. Ya no es la misma
gente que salió con él de Egipto, esa generación se murió en el desierto. Es
por eso que es necesario repetir, para que se grabe en la memoria de cada
generación.
Moshé cuenta todo lo que ha sucedido, lo que ganaron y lo que perdieron. Los
que salieron de Egipto, no pudieron entrar a la tierra por su falta de fe en Dios.
La nueva generación, nacida y criada en el desierto confiando en Dios, debe

conocer el pasado, los errores cometidos por sus padres para no repetirlos, y
sobre todo conocer y cumplir las mitzvot.
Este Shabat, en el cual se lee parashat Dvarim, se llama “SHABAT JAZÓN”
(Visión), en alusión a la primera palabra de la Haftará que se lee. Narra la
visión del profeta Isaías sobre una Jerusalén corrompida y anuncia la catástrofe
que ocurrirá 100 años después de su muerte.
Se lee antes de Tisha Beav, el día más triste de nuestra historia. Se recuerda la
destrucción de ambos Templos, el exilio y las amenazas que sufrió el pueblo.
En su discurso, Moshé le pide a Dios que lo ayude a ser un buen líder de ese
pueblo numeroso. Dios le ordena elegir ancianos sabios que sean jueces para
acompañarlo en su tarea. Moshé dice: “Cómo podré yo solo soportar vuestra
molestia . . .” Este versículo comienzo con la palabra ¿Cómo? ¿EIJÁ?, termino
ligado a Tishá BeAv; Eijá es la Meguilá (libro de lamentaciones que se lee en
esa fecha).
Es importante destacar que a palabra Eijá , liga 3 textos:

  1. Parashat Dvarim, Moshé recuerda el duro trabajo que le significa liderar
    al pueblo y dice ¿Cómo?, ¿Eijá?,
  2. En Isaías, la haftará, el profeta dice: ¿Cómo? ¿Eijá? Se ha tornado
    ramera la ciudad fiel.
  3. En EIJÁ, Lamentaciones, dice Jeremías:
    “¿Cómo? ¿Eijá? quedó solitaria la ciudad que estaba llena de gente?
    En Dvarim, la queja de Moshé tiene lugar en el desierto,
    En Isaías, se da en el momento en el cual habitan la tierra, pero, según el
    profeta, el pueblo fracasó, no pudo construir una sociedad justa, con valores
    éticos y morales.
    Jeremías aparece cuando la catástrofe es un hecho y Jerusalén es destruida.
    No es casualidad que el Shabat anterior a Tisha BeAv debamos repasar la
    historia de nuestro pueblo desde la visión de 3 líderes importantes. Los 3
    demuestran capacidad de autocrítica que les permite decir ¿Eijá? ¿Cómo
    puede ocurrir esto?
    El mensaje que nos dejan es que debemos preguntarnos todo el tiempo si
    estamos haciendo las cosas bien, que reflexionemos para poder cambiar el
    rumbo y lograr un mundo mejor.
    El mundo fue creado por la palabra de Dios y debemos tener en cuenta la
    importancia que ella tiene en nuestra boca. Con la palabra podemos construir,
    pero también tiene el poder de destruir. Lo más importante no son las palabras,
    los grandes discursos sino la práctica, los hechos concretos que se
    materializan a través de las palabras.
    No hablar de bondad, hay que ser bueno,
    Ha que ser generoso, no hablar de solidaridad.

No declamemos sobre respeto, es importante ser respetuoso.
Sigamos transmitiendo estos valores para que las próximas generaciones vivan
con una identidad fuerte, conociendo su pasado, viviendo con valores su
presente y mirando hacia un futuro de acciones y confianza en el ser humano.

Shabat Shalom

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