En Europa hace 100 años uno de los oficios muy necesarios y a la vez poco prestigioso, era el de deshollinador. El deshollinador tenía que entrar a las chimeneas de las casas y limpiar las cenizas, el alquitrán que quedaba después de calentar la casa. También la suciedad y los restos de alimentos que quedaban allí de las cocciones. Si no realizaban…