Comunidad Bet Hilel

Beshalaj – 5776

Una de las preguntas más conocidas con respecto a la historia del éxodo, es por qué el pueblo de Israel tuvo que cruzar el Mar Rojo pudiendo haber ido directamente desde Egipto a Israel.
La respuesta está al comienzo de la parashá:

«Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Más hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados». Éxodo 13:17-18

Dios no condujo al pueblo de Israel directamente para que no tengan que enfrentarse a los filisteos y por eso Israel atravesó el Mar Rojo hacia el desierto.

El comienzo de esta sección de la Torá nos anticipa la importancia de la liberación interna, de las implicancias y la responsabilidad que trae la libertad: la lucha por el sustento familiar, el conflicto con los enemigos, la organización, etc.

Para nuestros antepasados no fue fácil respirar la primera brisa de libertad, dejar de ser esclavos y que ya nadie tome las decisiones por ellos. Tener que enfrentar la vida y entonces también las amenazas y la frustración.

Es por eso que absurdamente dijeron:

«Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Adonai. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto». Éxodo 14: 10-12

Realmente si tan solo el motivo por el que no fueron directo de Egipto a Israel fue por los filisteos se los podría haber alejado sin necesidad de ir hasta el Mar Rojo.
¿Por qué no fueron por el medio del desierto?

Esta respuesta está al comienzo del capítulo:

«Habló Adonai a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Adonai. Y ellos lo hicieron así». Éxodo 14:1-4

Es decir además de alejar a los hijos de Israel de una posible guerra con los filisteos, fue importante empujar al faraón a perseguir a Israel para que finalmente reciba su castigo y se conozca la acción de Dios y su grandeza en el mundo.

Mientras que todo esto debería haber generado seguridad y esperanza en el pueblo de Israel que había sido testigo de la ejecución de toda la primera parte del proyecto divino, los invadió el temor y la desconfianza, cuando aún faltaba la realización de la segunda parte del plan.

Es difícil juzgar a nuestros antepasados y ponerse en su lugar, pero es claro que fue más sencillo sacar a los hijos de Israel de Egipto, que quitar Egipto de sus vidas.

Hoy nos pasa a menudo a nosotros algo parecido, tenemos miedo y dudamos cuando tenemos la libertad en nuestras manos para comenzar a actuar con responsabilidad tomando las riendas de nuestras vidas.
Prestamos demasiada atención a fuerzas ahora extrañas que nos gobernaron e intimidaron durante tantos años. Y nos preocupamos mas por las relaciones externas de nuestra familia, comunidad y pueblo, descuidando lo que tenemos y es nuestro y confiable.

Pienso que no está bien diseñar nuestra realidad por la opinión de los que no son parte de nuestro grupo o no conviven en nuestra casa. Nuestra verdad interna y nuestras convicciones son las que nos deberían dar valor y determinación para tomar la conducción de nuestras vidas.

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