Por Rabino Gustavo Kraselnik No es necesario ser un especialista en estrategias de espionaje ni un fanático de las películas de James Bond para saber que enviar doce espías a una misión es una decisión poco inteligente. Si el éxito depende de la discreción, una docena de enviados presagia un final calamitoso. 40 años en el desierto, un año por cada día…