Esta sección de la Torá comienza con los sueños de Iosef, el de las espigas de trigo de sus hermanos que se inclinaban ante la suya y el famoso sueño del sol, la luna y las estrellas que le rendían pleitesía a él.
Y la parashá también finaliza con sueños, los sueños del jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, que Iosef interpreta durante su estadía en la cárcel de Egipto.