Comunidad Bet Hilel

Sermons by Rabina Judy Nowomisnki

Ekev – 5777

Moshé refuerza la fe y el espíritu del pueblo de Israel, cubriéndolos de nuevas esperanzas antes de entrar a la tierra prometida.
Además les anticipa el triunfo en las futuras batallas y alaba la tierra de Israel.

Vaetjanan – 5777

Uno de los párrafos que pronunciamos en nuestras plegarias dos veces al día durante el Shemá Israel, se encuentra en nuestra parashá en el capítulo seis del libro de Deuteronomio.
Después de afirmar que Dios es Uno “Oye, Israel: Adonai nuestro Dios, Adonai es uno”. Cada uno de nosotros es llamado a amar a Dios desde la integridad del corazón, el alma y la fuerza vital.

Devarim – 5777

Con el comienzo del quito libro de la Torá comienza la prédica de Moshé antes de su despedida. Se para frente al pueblo y les habla desde el corazón. De sus palabras percibimos su interés por la gente, su compromiso personal y su preocupación sincera por el pueblo de Israel.
Moshé le recuerda al pueblo que Adonai mismo los liberó de Egipto y se ocupó de que no les falte nada en el desierto durante cuarenta años. Menciona la apertura del Mar Rojo, la revelación en Sinaí, el maná que caía del cielo y la nube junto a la columna de fuego que los guiaba en la travesía.

Matot – Masei – 5777

Uno de los factores que distancian a las personas, separan corazones y producen desencuentros es sin duda el enojo.
Los midianitas habían manipulado a Israel trayéndoles las chicas de Moav, conduciéndolos a la idolatría. En consecuencia murieron veinticuatro mil hijos del pueblo de Israel.
En esta sección de la Torá, Dios les dice que hagan la guerra, los combatan, tomando venganza.

Pinjas – 5777

En un relato del talmud Rav Huna y Rav Jisda estaban sentados en un lugar y cerca de ellos pasó un hombre llamado Gneiva. Este hombre era una persona especial por su conducta. Por un lado sabía mucho, era un Talmid Jajam, un estudioso de la Torá. Pero por otro lado, en las relaciones humanas en todo los que tiene que ver…

Balak – 5777

¿Cuál es el componente que nos lleva a desobedecer las prohibiciones de la Torá, derribar los límites morales, atentar contra Dios y nuestra fe?
Todos a veces nos equivocamos, pasamos límites, dejamos de lado nuestras responsabilidades, convicciones y aspiraciones.
A menudo se debilita nuestra fe y vínculo con Dios y tomamos otro camino…
Una máxima de nuestros sabios enseña que un precepto conduce al cumplimiento de otro y una transgresión lleva inevitablemente a otra transgresión. (mitzvá goreret mitzvá vaaverá goreret averá)

Jukat – 5777

Solemos enojarnos cuando algo nos falta y anhelamos no sentir privaciones, vivir en abundancia, recibir seguridad.
Sin embargo la falta, el hambre y la sed son los que nos estimulan a la búsqueda y al crecimiento.
Casi en todos los órdenes de la vida conseguir lo deseado sin un mínimo esfuerzo y tenerlo “todo” no ayuda a nuestro crecimiento emocional y espiritual.
En mi experiencia dificulta y es un obstáculo para transitar el camino espiritual y fortalecer la confianza y la fe en Dios.

Shelaj Lejá – 5777

Al final de esta parashá está el precepto de tzitzit.
“Y Adonai habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón azulado” Números 15: 27-28
En este texto la Torá nos ordena colocar a cada vestimenta que posee cuatro puntas tzitzit.

Emor – 5777

Las festividades son mencionadas en varias secciones de la Torá.

Por ejemplo en parashat Ki Tisá, en el libro de éxodo, se las menciona y se hace hincapié en el aspecto agrícola de la festividad.

El texto se refiere a la fiesta de las Matzot, en el mes de la primavera y la de Shavuot cuando recogemos el primer trigo y Jag haAsif, con la renovación del ciclo después de Rosh haShaná.

Terumá – 5777

En esta sección de la Torá en la que Dios instruye a Moshé para construir el Mishkan (santuario), abundan los detalles. Qué materiales utilizar para realizar los utensilios y cómo hacerlos.

“Adonai habló a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del santuario, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis”. Éxodo 25: 1-9

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